Entre las necesidades básicas, la alimentación es una de las prioridades para cualquier ser humano. Quizá por eso mismo es que la mayoría de veces no escatimamos en gastos a la hora de hacer compras en este segmento porque, por un lado, es la parte fundamental que no sólo nos permite vivir, sino también tener más energía para cualquier labor del día a día; y a la vez, también por cuestión de salud es importante saber qué se come y cómo se come.
Y es que de acuerdo con el último informe de inflación (aumento de precios) del Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas, DANE, el grupo de gasto que registró la mayor variación positiva fue alimentos con 10,85 %. Y, para determinar la inflación total, éste grupo tuvo una participación dentro del indicador del 28%, lo que demuestra que gran parte del presupuesto de los colombianos se destina a los alimentos.
Hay que ver cosas evidentes: dejar de comprar en restaurantes le podría ahorrar una gran cantidad de dinero. Haciendo cuentas “por encimita” usted puede llegar a gastar cerca de $200.000 mensuales solamente por este tipo de alimentación. Y si a eso le suma los snacks u onces que también compra, la cuenta perfectamente se sube a $300.000. Al año, $3’600.000
En tanto, el costo de oportunidad de ese dinero es bastante alto si se trata de mantener sus finanzas sanas: puede ser un abono a capital para una deuda que tanto lo tortura o quizá el ahorro del que se queja que nunca puede empezar.
- Sólo a lo que va
El problema cuando usted hace mercado es permitirse “recrear la vista”, verificando precios de distintos productos, viendo aquello que no necesita y olvidando llevar una lista de lo que tiene que comprar de forma imprescindible. El no tener claro esto siempre hace que sus compras se aumenten entre el 30% y 50% más de lo que tenía que comprar.
Así, para que la estrategia realmente funcione, usted tiene que hacer una planeación semanal de sus comidas, saber qué va a comer y cuándo, para que, de la misma forma, sepa qué comprar y cuándo, sin permitirse lujos de adquirir aquello que no necesita.
FP le recomienda “Los colombianos, la comida y el bolsillo”.
- Comidas congeladas
Una de las formas más prácticas de comer y ahorrar. Puede considerar dedicar un solo día para cocinar para el resto de la semana. Luego de esto, lo único que hará es guardar cada uno de los recipientes en el congelador y, día a día, tomar el que necesita, sin complicaciones ni gastar tiempo de más.
Eso sí, las mejores comidas para ser congeladas son las verduras, las frutas, las pastas, los granos y, dependiendo, las carnes. Considere también tener recipientes adecuados, dentro de lo posibles que sean de vidrio con tapa de plástico para una mayor conservación. En cuanto a carnes, lo mejor es guardarlas antes de prepararlas y hornearlas, lo que deberá hacer el día que las consuma.
- Empaque todo el domingo
Si la anterior idea no le gusta mucho, considere dedicar unas horas del domingo para picar, separar y organizar las comidas que prepare durante la semana. No es necesario que las cocine, pero le ahorrará tiempo y dinero saber que día a día lo único que tendrá que hacer es poner todo en la estufa y voilà.
Lea también “Las apps para no desperdiciar comida”.
- Límites semanales
Establezca presupuestos máximos para la comida. A veces puede pasarle lo mismo que cuando compra ropa: empieza buscando algo particular y termina comprando accesorios (o condimentos o adiciones) porque cree que “su pinta saldrá mejor”. Cuando usted sabe que mes a mes tendrá que gastar máximo $250.000 aprenderá a buscar tiendas en las que le ofrezcan mejores precios y saber que no deberá comprar aquello que no se va a comer.
- Tiendas especializadas
Cuando usted va a los supermercados o grandes superficies tendrá la ventaja de que encontrará todo en un mismo lugar. Pero cuando se toma el tiempo para ir a tiendas específicas, se dará cuenta que los precios son mucho más económicos que en el almacén. Busque tiendas especializadas grandes para verduras, frutas y carnes, particularmente. Si puede comprar a granel, mucho mejor.
- Empiece a amar las verduras
Son nutritivas, le ofrecen una gran variedad de vitaminas y componentes que son saludables para su cuerpo. Pero lo mejor de todo es lo económicas que son. En internet podrá encontrar varias recetas con verduras de altos contenidos saludables como la espinaca, el apio, los pepinos o hasta el tomate que, de hacer una buena combinación para una ensalada, resultarán en todo un éxito para su cuerpo y su bolsillo.
- Haga un correcto almacenamiento de la comida
No hablamos tanto de que congele o no congele, sino que a veces las personas no saben dónde guardar las carnes, los quesos o las frutas y, cuando las van a consumir, se dan cuenta que ya están dañadas. Así, con respecto a las carnes, recuerde que siempre lo mejor es dejarlas en el congelador o el compartimiento debajo de él; mientras las frutas y verduras deberán ir en el último cajón de la nevera, donde se mantendrán frescos pero no se ‘quemarán con el frío’. Si tiene muchos huevos (una canasta) también es conveniente guardarlos en la nevera.
- Compre en días de ofertas
Muchos supermercados ofrecen buenos descuentos entre semana en alimentos particulares. Por lo que si usted es de quienes compran cada 7 días, puede hacer provecho de ellos para tener un buen ahorro y encontrar una variedad de productos mayor.
- Confíe en las marcas propias
Muchas personas creen que las marcas propias de los almacenes (como los enlatados, las pastas o los granos) son de menor calidad que el resto. Pero si usted se detiene a leer la información de quién es el productor de ese alimento, se dará cuenta que la mayoría provienen de las grandes marcas en las que usted sí suele confiar. Así, apuéstele de vez en cuando a éstos. Su bolsillo quedará más feliz.
También “Dígale adiós al arroz por su alto precio”.
- Niños que gasten su propio dinero
Por último, ir con niños a hacer compras de alimentos puede desencadenar mayores gastos. La estrategia para padres, hermanos, tíos o padrinos es que cuando les corresponda esta situación, lo que deben hacer es darle un dinero específico al pequeño y decirle que sólo eso podrá gastar en él. Así, el niño se mantendrá entretenido pero también empezará a comprender que no puede comprar todo lo que quiere, cuando quiere.
* Con información de US News, Health y WebMD.
Entre las necesidades básicas, la alimentación es una de las prioridades para cualquier ser humano. Quizá por eso mismo es que la mayoría de veces no escatimamos en gastos a la hora de hacer compras en este segmento porque, por un lado, es la parte fundamental que no sólo nos permite vivir, sino también tener más energía para cualquier labor del día a día; y a la vez, también por cuestión de salud es importante saber qué se come y cómo se come.
Y es que de acuerdo con el último informe de inflación (aumento de precios) del Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas, DANE, el grupo de gasto que registró la mayor variación positiva fue alimentos con 10,85 %. Y, para determinar la inflación total, éste grupo tuvo una participación dentro del indicador del 28%, lo que demuestra que gran parte del presupuesto de los colombianos se destina a los alimentos.
Hay que ver cosas evidentes: dejar de comprar en restaurantes le podría ahorrar una gran cantidad de dinero. Haciendo cuentas “por encimita” usted puede llegar a gastar cerca de $200.000 mensuales solamente por este tipo de alimentación. Y si a eso le suma los snacks u onces que también compra, la cuenta perfectamente se sube a $300.000. Al año, $3’600.000
En tanto, el costo de oportunidad de ese dinero es bastante alto si se trata de mantener sus finanzas sanas: puede ser un abono a capital para una deuda que tanto lo tortura o quizá el ahorro del que se queja que nunca puede empezar.
- Sólo a lo que va
El problema cuando usted hace mercado es permitirse “recrear la vista”, verificando precios de distintos productos, viendo aquello que no necesita y olvidando llevar una lista de lo que tiene que comprar de forma imprescindible. El no tener claro esto siempre hace que sus compras se aumenten entre el 30% y 50% más de lo que tenía que comprar.
Así, para que la estrategia realmente funcione, usted tiene que hacer una planeación semanal de sus comidas, saber qué va a comer y cuándo, para que, de la misma forma, sepa qué comprar y cuándo, sin permitirse lujos de adquirir aquello que no necesita.
FP le recomienda “Los colombianos, la comida y el bolsillo”.
- Comidas congeladas
Una de las formas más prácticas de comer y ahorrar. Puede considerar dedicar un solo día para cocinar para el resto de la semana. Luego de esto, lo único que hará es guardar cada uno de los recipientes en el congelador y, día a día, tomar el que necesita, sin complicaciones ni gastar tiempo de más.
Eso sí, las mejores comidas para ser congeladas son las verduras, las frutas, las pastas, los granos y, dependiendo, las carnes. Considere también tener recipientes adecuados, dentro de lo posibles que sean de vidrio con tapa de plástico para una mayor conservación. En cuanto a carnes, lo mejor es guardarlas antes de prepararlas y hornearlas, lo que deberá hacer el día que las consuma.
- Empaque todo el domingo
Si la anterior idea no le gusta mucho, considere dedicar unas horas del domingo para picar, separar y organizar las comidas que prepare durante la semana. No es necesario que las cocine, pero le ahorrará tiempo y dinero saber que día a día lo único que tendrá que hacer es poner todo en la estufa y voilà.
Lea también “Las apps para no desperdiciar comida”.
- Límites semanales
Establezca presupuestos máximos para la comida. A veces puede pasarle lo mismo que cuando compra ropa: empieza buscando algo particular y termina comprando accesorios (o condimentos o adiciones) porque cree que “su pinta saldrá mejor”. Cuando usted sabe que mes a mes tendrá que gastar máximo $250.000 aprenderá a buscar tiendas en las que le ofrezcan mejores precios y saber que no deberá comprar aquello que no se va a comer.
- Tiendas especializadas
Cuando usted va a los supermercados o grandes superficies tendrá la ventaja de que encontrará todo en un mismo lugar. Pero cuando se toma el tiempo para ir a tiendas específicas, se dará cuenta que los precios son mucho más económicos que en el almacén. Busque tiendas especializadas grandes para verduras, frutas y carnes, particularmente. Si puede comprar a granel, mucho mejor.
- Empiece a amar las verduras
Son nutritivas, le ofrecen una gran variedad de vitaminas y componentes que son saludables para su cuerpo. Pero lo mejor de todo es lo económicas que son. En internet podrá encontrar varias recetas con verduras de altos contenidos saludables como la espinaca, el apio, los pepinos o hasta el tomate que, de hacer una buena combinación para una ensalada, resultarán en todo un éxito para su cuerpo y su bolsillo.
- Haga un correcto almacenamiento de la comida
No hablamos tanto de que congele o no congele, sino que a veces las personas no saben dónde guardar las carnes, los quesos o las frutas y, cuando las van a consumir, se dan cuenta que ya están dañadas. Así, con respecto a las carnes, recuerde que siempre lo mejor es dejarlas en el congelador o el compartimiento debajo de él; mientras las frutas y verduras deberán ir en el último cajón de la nevera, donde se mantendrán frescos pero no se ‘quemarán con el frío’. Si tiene muchos huevos (una canasta) también es conveniente guardarlos en la nevera.
- Compre en días de ofertas
Muchos supermercados ofrecen buenos descuentos entre semana en alimentos particulares. Por lo que si usted es de quienes compran cada 7 días, puede hacer provecho de ellos para tener un buen ahorro y encontrar una variedad de productos mayor.
- Confíe en las marcas propias
Muchas personas creen que las marcas propias de los almacenes (como los enlatados, las pastas o los granos) son de menor calidad que el resto. Pero si usted se detiene a leer la información de quién es el productor de ese alimento, se dará cuenta que la mayoría provienen de las grandes marcas en las que usted sí suele confiar. Así, apuéstele de vez en cuando a éstos. Su bolsillo quedará más feliz.
También “Dígale adiós al arroz por su alto precio”.
- Niños que gasten su propio dinero
Por último, ir con niños a hacer compras de alimentos puede desencadenar mayores gastos. La estrategia para padres, hermanos, tíos o padrinos es que cuando les corresponda esta situación, lo que deben hacer es darle un dinero específico al pequeño y decirle que sólo eso podrá gastar en él. Así, el niño se mantendrá entretenido pero también empezará a comprender que no puede comprar todo lo que quiere, cuando quiere.
* Con información de US News, Health y WebMD.
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